Con la Street Triple R hemos conseguido las prestaciones superdeportivas definitivas y más depuradas, encarnadas en un imponente estilo streetfighter. Para comenzar, no había mejor base para este proyecto que la Street Triple, así partíamos con la ventaja de un motor líder en su categoría y una apariencia formidable. En la Street Triple R hemos añadido una suspensión ajustable de gama alta y frenos de cuatro pistones con anclaje radial. También hemos afilado las geometrías y le hemos dado unos toques estéticos que proclaman que esta moto es diferente. Y todo esto lo hemos añadido a las incontables novedades de la última evolución de la Street Triple. Por eso nada se acerca siquiera a la Street Triple R.